Fin a las molestias
La primera aplicación clínica de la infiltración local del relajante muscular se realizó en 1977 en oftalmología. Desde entonces, su uso se ha extendido en muchos ámbitos de la medicina y de la estética, demostrando su efectividad y seguridad en diferentes tratamientos, especialmente en aquellos casos donde aparece hiperactividad muscular.
Se recomienda para todos los casos de bruxismo con hipertrofia muscular, obteniendo excelentes resultados incluso en los más casos más severos. El procedimiento es sencillo, la sesión dura unos 15 minutos, sin necesidad de anestesia y el paciente puede continuar todas sus actividades en forma normal.
Desde Face Clinic afirman que los resultados de esta técnica, son extraordinarios. “Se puede rebajar la fuerza muscular considerablemente, eliminando el dolor y las cefaleas, lo que mejora notablemente la calidad de vida y del sueño”, asegura Dr. Francisco Riba García, especialista en Cirugía Maxilofacial y Director de Face Clinic.
Además de la mejora de la calidad de vida, este tratamiento proporciona un rostro más afinado. Ayuda a definir los pómulos, ya que al suavizar los músculos de la mandíbula, el hueso se ve más pronunciado y esculpido. En ocasiones, algunos pacientes con la cara excesivamente cuadrada, combinan este tratamiento con una bichectomía.