La extracción de la muela del juicio suele durar entre 20 y 40 minutos, dependiendo de la complejidad del caso. El procedimiento es relativamente rápido, aunque la anestesia puede tardar un poco más en hacer efecto.
Los síntomas de una posible infección después de una extracción de muela del juicio incluyen dolor persistente, hinchazón excesiva, fiebre o un mal sabor en la boca. Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental contactar con el cirujano lo antes posible.
Después de una extracción de muela del juicio, se recomienda comer alimentos blandos como puré, sopas frías, yogur o batidos. Evitar alimentos duros, calientes o pegajosos ayudará a prevenir irritaciones y acelerará la recuperación.
Tras la extracción de la muela del juicio, se deben evitar alimentos duros, como nueces o pan crujiente, y alimentos calientes que puedan irritar la herida. También es importante no consumir alimentos pegajosos que puedan quedar atrapados en el área de la extracción.
La extracción de las muelas del juicio suele ser realizada por un cirujano maxilofacial, especialista en procedimientos quirúrgicos relacionados con la boca, los dientes, la mandíbula y la cara. Es el profesional más capacitado para tratar cualquier complicación que pueda surgir durante o después de la extracción.
También en algunos casos, un dentista general con experiencia en extracciones puede llevar a cabo el procedimiento, siempre que no sea complejo.
Sí, en algunos casos, la extracción de las muelas del juicio y los implantes pueden estar relacionados. Si una muela del juicio está afectando la alineación de los dientes o causando otros problemas dentales, puede ser necesario extraerla antes de colocar un implante dental.