Dispositivo o Férula de Avance Mandibular (DAM): qué es, indicaciones y precio
En Face Clinic somos especialistas en el tratamiento de la Apnea del Sueño con Dispositivo o férula de Avance Mandibular (DAM).
En Face Clinic somos especialistas en el tratamiento de la Apnea del Sueño con Dispositivo o férula de Avance Mandibular (DAM).
Los dispositivos o férulas de avance mandibular son dispositivos utilizados en el tratamiento de la apnea del sueño y los ronquidos.
Se usan durante el sueño para tratar la apnea del sueño y los ronquidos. Estos dispositivos están diseñados para mantener la mandíbula y la lengua en una posición adelantada, lo que ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias superiores y facilitar la respiración durante el sueño.
De manera controlada, estos dispositivos de avance mandibular sujetan y mueven la mandíbula. Para facilitar el flujo de aire, contraen y activan los músculos de la lengua o la garganta.
Ayudan a resolver los siguientes problemas:
Ayudan a reducir o eliminar los episodios de obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño, mejorando así la calidad del sueño y reduciendo la somnolencia diurna.
Al mantener las vías respiratorias abiertas, reducen o eliminan los ronquidos, lo que mejora el descanso tanto para el paciente como para los que le rodean.
El Documento de Consenso Internacional sobre Apnea Obstructiva del Sueño establece que se recomiendan para roncadores y pacientes con apnea obstructiva del sueño de cualquier gravedad que estén calificados para el tratamiento con CPAP, pero que no puedan adaptarse a él. Adicionalmente en pacientes con apnea obstructiva leve o moderada que presenten síntomas menores o ronquidos molestos.
Es importante consultar con los dentistas especializados de Face Clinic para determinar si eres candidato y qué tipo de dispositivo se adapta mejor a tus necesidades individuales.
El precio de una férula de avance mandibular varía según el tipo de dispositivo y la personalización necesaria. Los dispositivos personalizados suelen ser más caros que los prefabricados.
Se recomienda consultar con los especialistas de Face Clinic para obtener información precisa sobre los precios.
Los dispositivos deben estar hechos a medida, ser retentivos y es para poder ser utilizados todas las horas de sueño, todas las noches.
La adaptación se hace de forma progresiva a lo largo de un número de visitas para hacerlos únicos. Los pacientes que aprietan los dientes por la noche también pueden usarlos porque protegen la estructura dental de daños. Actualmente, el maxilar y la mandíbula se fabrican en piezas separadas para que el paciente pueda mover la mandíbula, beber agua, hablar o toser mientras lo emplea.
En general, son bien tolerados y se están convirtiendo en una opción más popular para tratar los trastornos respiratorios del sueño, tanto entre los expertos en el campo como entre el personal médico y los pacientes.
La Dra. Patricia Fernández Sanjuán habla sobre los dispositivos de avance mandibular para el tratamiento de la Apnea Obstructiva del Sueño.
En Face Clinic la Dra. Fernández Sanjuán, desempeña su actividad con dedicación exclusiva en Medicina Dental del Sueño (tratamiento de roncopatía, apnea de sueño) y disfunción craneomandibular y es frecuente su colaboración con equipos multidisciplinares para el tratamiento de estas patologías en distintos hospitales en Madrid.
Por la Dra. Patricia Fernández Sanjuán
El ronquido es un trastorno cosmético benigno, en ocasiones muy molesto para las parejas que con frecuencia refieren que empeora su calidad del sueño. En el caso de la apnea obstructiva del sueño, esta puede derivar en complicaciones sistémicas con graves consecuencias para la salud. Las señales de alarma son ronquidos, sensación de sueño no reparador, somnolencia diurna y apneas observadas por las parejas.
Tanto la roncopatía como el Síndrome de apnea hipoapnea del sueño son trastornos con una alta prevalencia en nuestra población. El tratamiento más frecuentemente utilizado para del Síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) sigue siendo la presión positiva continua de aire (CPAP).
En las últimas décadas, surgen los Dispositivos de avance mandibular (DAM) como una alternativa de uso cada vez más habitual.
A pesar de que el CPAP es el tratamiento con mayor eficacia en cuanto a la reducción del número de apneas-hipopneas durante el sueño, estudios recientes señalan que los DAM pueden obtener resultados similares debido al mayor cumplimiento de empleo nocturno. Es conocido el rechazo o intolerancia por parte de algunos pacientes al CPAP cuya media de uso nocturno se estima en 4 horas. Esto se debe generalmente a sensación de claustrofobia, ahogo, sequedad de mucosas…. Como alternativa, los DAM, colocados sobre las arcadas dentales, provocan un avance de la mandíbula y la lengua separándola de la pared faríngea, aumentan el calibre de la vía aérea superior, tensan la musculatura reduciendo la vibración y, por tanto, consiguen disminuir o eliminar los ronquidos.
Estos dispositivos son superiores al CPAP en cuanto a la comodidad de uso, mejor tolerancia, preferencia por los pacientes y sus parejas y mayor adherencia al tratamiento. Cuando el paciente ha sido bien seleccionado, los DAM pueden considerarse tratamiento de primera elección para roncopatía y AOS dado que reduce el índice de apneas-hipopneas, mejora la calidad del sueño, reduce la somnolencia diurna y normaliza los valores de presión sanguínea. En otras ocasiones podrá utilizarse de manera combinada con otros tratamientos como la cirugía ORL, CPAP, terapia posicional o terapia miofuncional.
A pesar de haber sido ampliamente demostrada la eficacia de los DAM, es imprescindible realizar un diagnóstico previo con un estudio del sueño mediante poligrafía respiratoria o polisomnografía, una valoración otorrinolaringológica y una valoración por parte de un odontólogo esxperto en medicina dental del sueño. Es necesario un análisis dental, periodontal, muscular y articular previo para que el paciente puede ser portador de un DAM a largo plazo.
Es, por tanto, un trastorno que requiere un diagnóstico y tratamiento multidisciplinar con el objetivo de elegir la mejor opción para cada paciente.
Cuando estamos ante un paciente que padece Apnea obstructiva del sueño, lo ideal sería poder analizar la vía aérea superior desde un punto de vista anatómico y funcional. Hoy en día podemos hacerlo gracias a técnicas como DISE (del inglés Drug Induced Sleep Endoscopy).
Mediante esta prueba conseguimos mediante sedación que el paciente tenga un sueño similar al fisiológico lo que nos permitirá observar directamente con la ayuda de un fibroscopio a qué nivel o niveles se están produciendo los colapsos. Esto es fundamental para planificar y dirigir de manera individualizada el mejor tratamiento para cada paciente.
Esta prueba está indicada cuando se estén valorando tratamientos alternativos al CPAP, especialmente quirúrgicos y tratamientos con Dispositivos de avance mandibular. Es nos ayuda a valorar la posibilidad de éxito y causas de fracaso de los DAM, ya que es muy importante para detectar tanto los niveles de los colapsos y como el patrón del colapso.
Para saber si el paciente puede responder a un DAM, mientras este está sedado, podemos simular el efecto del dispositivo de avance mandibular.
Se trata de una exploración que aporta mucha información para la toma de decisiones sobre la selección de estrategias terapéuticas recomendables para cada paciente. Así habrá pacientes en los que el DAM podrá recomendarse como tratamiento de primera elección (Ver figura 4), como tratamiento combinado, por ejemplo con terapia posicional (Ver figura 5) o no recomendarse por no obtener respuesta al avance simulado (Ver figura 6).
En caso de haber sido seleccionado para ser tratado con un dispositivo de avance mandibular, se debe escoger un DAM con materiales de buena calidad y duradero, hecho a medida de la boca del paciente, graduable, y con un diseño que proteja dentadura, mucosas, musculatura y articulaciones.
Generalmente, son bien tolerados, aunque pueden aparecer efectos secundarios a corto plazo durante la aclimatación.
Se necesitan varias visitas para adaptar el dispositivo de manera individualizada para cada paciente hasta alcanzar la posición terapéutica deseada.
Una vez acostumbrado al dispositivo debe realizarse un nuevo estudio del sueño para comprobar su eficacia y controles periódicos por el odontólogo para comprobar tolerancia, identificar precozmente posibles efectos secundarios, minimizarlos y poder contribuir a una mayor adherencia al tratamiento.
Es, por tanto, un tratamiento alternativo para roncadores que soliciten tratamiento porque no descansan bien y/o no dejan descansar a sus parejas y para pacientes con Síndrome de apnea-hipopnea del sueño que no toleren o rechacen la CPAP y que hayan sido seleccionados por un equipo multidisciplinar.
Para que un DAM funcione de manera óptima, debe ser fabricado a medida por un odontólogo experto en Medicina Dental del Sueño. Este profesional determinará el nivel adecuado de avance mandibular para cada paciente, lo que garantizará que el dispositivo sea tanto efectivo como cómodo.
Los Dispositivos de Avance Mandibular (DAM) aún son poco conocidos en España, donde solo el 1% de los afectados los utiliza, a diferencia de países como Francia, donde el 30% de los pacientes los emplea, o en Holanda, donde alcanzan un 50%.
Estos aparatos consisten en una férula que se coloca en la arcada superior e inferior, unidas por un mecanismo que permite avanzar ligeramente la mandíbula durante el sueño. Este desplazamiento mandibular adelanta la base de la lengua, ampliando el espacio de las vías respiratorias, lo que reduce significativamente los ronquidos y, en muchos casos, las apneas del sueño.
Los dispositivos son ajustables para que el odontólogo especializado pueda modificar su configuración según la evolución de cada paciente. Una vez estabilizado, se realiza un nuevo estudio del sueño, generalmente una poligrafía, para evaluar la mejoría clínica y ajustar el tratamiento si es necesario.
El tiempo necesario para acostumbrarse a un Dispositivo de Avance Mandibular (DAM) varía según el paciente, pero en general, suele llevar entre una y dos semanas. Durante los primeros días es normal sentir cierta incomodidad en la mandíbula o en los dientes, así como sequedad bucal o salivación excesiva, pero estos síntomas suelen disminuir a medida que el cuerpo se adapta al dispositivo.
Es importante seguir las indicaciones del especialista y usar el DAM todas las noches para facilitar la adaptación. Además, el odontólogo ajustará gradualmente el avance mandibular hasta encontrar la posición óptima. En algunos casos, puede requerir ajustes adicionales para maximizar la comodidad y la eficacia. Con el tiempo, la mayoría de los pacientes se acostumbran al dispositivo y experimentan una mejora notable en la calidad del sueño.
Sí, el Dispositivo de Avance Mandibular (DAM) es altamente efectivo para tratar la apnea obstructiva del sueño y los ronquidos. Numerosos estudios respaldan su eficacia, demostrando mejoras significativas en pacientes con síndrome de apnea/hipoapnea obstructiva del sueño (SAHOS). Al avanzar ligeramente la mandíbula, el DAM mantiene las vías respiratorias abiertas durante el sueño, lo que reduce las pausas respiratorias y la obstrucción del flujo de aire.
Además, es una opción cómoda y menos invasiva en comparación con otros tratamientos, como la CPAP. Los pacientes suelen experimentar una mejora en la calidad del sueño y una reducción de los síntomas diurnos, como la fatiga y la somnolencia.
La férula de avance mandibular se coloca en la boca cubriendo tanto la arcada superior como la inferior. Está formada por dos partes, una que se ajusta sobre los dientes superiores y otra sobre los inferiores, unidas entre sí por un mecanismo que permite adelantar ligeramente la mandíbula. Este avance mandibular es lo que facilita la apertura de las vías respiratorias durante el sueño. La colocación es sencilla y debe ser hecha antes de dormir.
El ajuste inicial del dispositivo lo realiza un odontólogo especializado en Medicina Dental del Sueño, quien determinará el grado adecuado de avance mandibular para cada paciente. El dispositivo debe ser cómodo y permitir cierta movilidad, y es regulable, lo que permite adaptarlo progresivamente para obtener los mejores resultados en la reducción de ronquidos y apneas.