¿Cuánto dura el efecto de la mastopexia?
El efecto de la mastopexia es duradero, pero no permanente, ya que factores como el envejecimiento, la gravedad y cambios de peso pueden influir con el tiempo. En general, los resultados pueden mantenerse durante muchos años, especialmente si se combinan con un estilo de vida saludable y el uso adecuado de sujetadores de soporte. Sin embargo, cada paciente es único, y una buena valoración inicial ayudará a establecer expectativas realistas.
¿Cuál es la diferencia entre una mamoplastia y una elevación mamaria?
La principal diferencia entre una mamoplastia y una mastopexia radica en el objetivo del procedimiento. La mamoplastia se enfoca en aumentar o reducir el volumen del pecho mediante implantes o la eliminación de tejido, mientras que la mastopexia se realiza para elevar y reafirmar el pecho, sin modificar su tamaño, aunque puede combinarse con implantes en caso necesario.
¿Cómo queda el pecho después de una mastopexia?
Después de una mastopexia, el pecho queda más firme, elevado y con un contorno rejuvenecido, ya que se corrige la flacidez y se reposiciona el tejido mamario y el pezón. En las primeras semanas, puede haber hinchazón, pero el resultado final se aprecia entre 3 y 6 meses después del procedimiento, una vez que los tejidos se han asentado completamente.
¿Qué riesgos tiene la elevación de mamas?
Como cualquier cirugía, la mastopexia tiene ciertos riesgos, aunque son poco comunes si se realiza en manos expertas. Entre los riesgos posibles se encuentran infecciones, cicatrización deficiente, pérdida de sensibilidad en el pezón o asimetrías en el pecho. Una adecuada valoración preoperatoria y el seguimiento de las indicaciones médicas reducen considerablemente estas complicaciones.
¿Cómo queda la cicatriz de la mastopexia?
La cicatriz de la mastopexia depende de la técnica utilizada y del tipo de incisión, pero generalmente queda alrededor de la areola, en una línea vertical hasta el pliegue del pecho, o en forma de “T invertida”. Con el tiempo, las cicatrices se suavizan y se vuelven menos visibles, especialmente con los cuidados adecuados, como cremas cicatrizantes y protección solar.