¿Cómo queda la cara después de un lifting facial?
Después de un lifting facial, la piel del rostro se ve más tersa y rejuvenecida, con menos arrugas y líneas de expresión. La flacidez en áreas como las mejillas, el cuello y la mandíbula se reduce notablemente, lo que devuelve una apariencia más definida. Aunque puede haber algo de hinchazón o moretones en los primeros días, los resultados definitivos se aprecian en unas semanas, logrando un aspecto natural y revitalizado.
¿Cuál es la mejor edad para hacerse un lifting facial?
La mejor edad para un lifting facial depende del envejecimiento de la piel y de factores individuales como la genética, el estilo de vida y la exposición al sol. Generalmente, las personas entre 45 y 65 años buscan este procedimiento, ya que es cuando la piel comienza a mostrar signos más pronunciados de flacidez y arrugas. Sin embargo, cada caso es único, y la recomendación final debe ser dada por un especialista de Face Clinic.
¿Cómo se hace un lifting facial?
El lifting facial es una cirugía que consiste en realizar incisiones alrededor de las orejas y la línea del cabello para reposicionar los músculos y tejidos faciales. Luego, se estira la piel y se eliminan los excesos, mejorando la estructura facial. El procedimiento puede variar según las necesidades del paciente, como si se realiza un lifting completo o parcial, y se puede combinar con otras técnicas como el rejuvenecimiento del cuello.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de un lifting facial?
El efecto de un lifting facial suele durar entre 7 y 10 años, dependiendo del tipo de piel, el estilo de vida del paciente y su edad en el momento de la cirugía. Factores como la exposición al sol, el tabaco y el cuidado facial posterior también influyen en la duración. Aunque los resultados son duraderos, el envejecimiento natural continuará, por lo que algunos pacientes optan por retoques con el tiempo.
¿Cuántos años se rejuvenece con un lifting facial?
Un lifting facial puede hacer que una persona parezca entre 8 y 12 años más joven, aunque esto varía según el estado inicial de la piel y el tipo de procedimiento realizado. La cirugía mejora la flacidez, las arrugas profundas y redefine los contornos faciales, proporcionando un aspecto más fresco y juvenil. Los resultados finales permiten a los pacientes verse más rejuvenecidos de manera natural.
