Lobuloplastia
La lobuloplastia es una cirugía sencilla que permite reconstruir el lóbulo de la oreja.
La lobuloplastia es una sencilla intervención estética para reconstruir los lóbulos de la oreja abiertos o lóbulos rasgados o abiertos por dilataciones, mediante una cirugía sencilla y de fácil recuperación.
Hay personas que tienen el lóbulo rasgado, especialmente personas mayores que durante mucho tiempo han llevado pendientes pesados. Debido a este motivo el óvulo se estira y provoca un alargamiento en el lóbulo de la oreja antiestético, y en el peor de las situaciones puede llegar a romper el lóbulo de la oreja.
Esto hace que muchas mujeres, incluso algunos hombres, no puedan utilizar pendientes. Para resolver este problema existe un tratamiento conocido como Lobuloplastia.
Que es la Lobuloplastia
En aquellos casos donde el lóbulo de la oreja está completamente rasgado, la mejor solución es una sencilla intervención quirúrgica. Es un tratamiento mínimamente invasivo y muy eficaz, donde podemos reconstruir y restablecer la continuidad de la piel.
La intervención es sencilla, y en esta se retira la zona de la piel que cubre las paredes del orificio por dentro y luego se sellan con una mínima sutura de unos tres o cuatro puntos. Los puntos se quitan tras una semana, y es un tratamiento que realizamos de forma ambulatoria, en tan solo media hora, y con anestesia local.
Esta intervención es una de las más solicitadas junto con la Otoplastia para resolver ciertos aspectos de las orejas.
Postoperatorio de la Lobuloplastia
- El paciente puede realizar su vida normal al día siguiente de la intervención, aunque recomendamos que no se moje las orejas en unos días y tampoco se ponga pendientes.
- Tras una semana o dos el paciente tendrá que volver a la consulta para retirar los puntos.
- Tras aproximadamente unos dos meses podemos hacer ya un nuevo agujero en el óvulo, y se recomienda realizarlo lejos de la cicatriz para evitar que volvamos a tener un desgarro.
- También recomendamos proteger la cicatriz tras la intervención para que no se enrojezca con el sol.