Las caries dentales no tratadas pueden progresar hasta afectar la raíz y la estructura del diente, causando infecciones o destrucción severa del esmalte y la dentina. En casos avanzados, esto puede llevar a la necesidad de extraer el diente debido a la destrucción irreversible.
La enfermedad periodontal es una de las causas más comunes de pérdida dental. Comienza con la gingivitis, una inflamación de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana. Si no se trata, puede evolucionar a periodontitis, que afecta los tejidos de soporte del diente, como los ligamentos y el hueso, provocando finalmente que los dientes se aflojen y se pierdan.
Los golpes o lesiones en la boca, ya sea por accidentes deportivos, caídas o impactos fuertes, pueden provocar la pérdida de dientes. Aunque no es una enfermedad en sí, el traumatismo puede resultar en la fractura o expulsión del diente.
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades de las encías, como la periodontitis. La falta de control del azúcar en sangre afecta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que facilita el avance de las enfermedades periodontales y, eventualmente, la pérdida de dientes.