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Cuál es el cepillo perfecto ¿manual o eléctrico?

cepillo eléctrico El cepillo perfecto no existe, pero los cepillos eléctricos mejoran el rendimiento del manual siempre que la técnica de cepillado sea la adecuada; el cepillo eléctrico presenta ciertas ventajas frente al manual:

  • Al tener un cabezal rotatorio elimina más placa bacteriana, en gran parte responsable de la caries.
  • Suelen ofrecer un mejor acceso a zonas posteriores de la cavidad oral.
  • Algunos tienen un mecanismo de control de presión, el cual evita que desgastemos en exceso el esmalte dental si la presión del cepillado es excesiva.
  • Algunos estudios demuestran que los usuarios de cepillos eléctricos suelen pasar entre un 20% y un 40% más de tiempo cepillándose, lo cual evidentemente mejora la calidad del cepillado, lo que es importante en casos por ejemplo de llevar implantes dentales.

Factores decisivos para un cepillo de dientes eléctrico

Se deben considerar varias cosas si decide usar un cepillo de dientes eléctrico:

  • Al igual que con un cepillo de dientes manual, los cabezales deben reemplazarse cada tres meses para que sigan siendo efectivos.
  • Los que tienen un botón de parada y un temporizador, que alerta al usuario cuando es el momento de cambiar a un cuadrante diferente de la dentadura, son los más recomendados.
  • Dado que la fuerza de rotación del cabezal puede hacer que la encía se retraiga cuando hay una enfermedad periodontal, no debe usarse hasta que se haya solucionado el problema.

Mantenimiento del cepillo de dientes

También es crucial mantener su cepillo de dientes. Cuando no esté en uso, debe limpiarse y almacenarse de acuerdo con las siguientes reglas para evitar la acumulación de bacterias.

  • Al acabar debe enjuagarse bien con agua y secarse al aire libre (la humedad favorece el crecimiento de microorganismos). Debe almacenarse en posición vertical en un vaso o portacepillos de dientes mientras se seca.
  • No los compartas; existe la posibilidad de contraer una infección si emplea el cepillo de dientes de otra persona. A los niños hay que enseñarles a no hacerlo.
  • Almacenamiento: No deben guardarse en recipientes herméticamente cerrados porque al hacerlo se mantiene la humedad y se fomenta el desarrollo de bacterias. Lo mismo ocurre con otros cepillos de dientes, que no deben tocar.
  • Cambia el cepillo (manual o eléctrico) cada tres meses. Además, si las cerdas parecen dobladas, es necesario reemplazarlas.

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