Indicaciones de las cirugías de soporte óseo
Para restablecer la armonía facial a través de cirugías de soporte óseo con reposicionamiento, lo más eficaz es abordar la zona periorbitaria y la del maxilar superior como una unidad, a través de un avanzado procedimiento que incide directamente en las estructuras óseas. El área mandibular puede tratarse por separado, con la ventaja de que devolver la proporción a los rasgos en esta zona repercute positivamente en la mejora de todo el rostro.
En la parte superior y media del rostro, el debilitamiento y la reabsorción de las estructuras óseas hace que la cavidad orbitaria, donde se alojan los globos oculares, se agrande, lo que unido a la pérdida de colágeno que sufre la piel hace que la flacidez entre en escena y se acentúe la profundidad de las ojeras.
Por otro lado, el agrandamiento de la zona periorbitaria, junto al desplazamiento de los tejidos blandos, hace que la piel del párpado entre directamente en contacto con el hueso orbital que rodea al ojo, marcando profundos surcos.
Estas cirugías corrigen estas alteraciones desplazando hacia arriba los tejidos blandos y la musculatura descolgada, para seguidamente, unir estas estructuras alrededor del hueso peri orbital. De esta manera se cubre la concavidad ósea, se devuelve a su lugar tejido y músculo, y al mismo tiempo se corrige la pérdida de definición de los pómulos.
Algunas de las indicaciones incluyen las siguientes: