Mandíbula inflamada
La mandíbula inflamada aparece con cierta frecuencia y generalmente es causada por el estilo de vida, la ansiedad o las condiciones relacionadas con el estrés y otros factores externos.
Básicamente, la mandíbula inflamada es una acumulación excesiva de líquido en una zona determinada del mentón.
La mandíbula inflamada es una afección que se puede tratar fácilmente por sí sola, pero si no es así, debe consultar a un especialista.
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Síntomas de la mandíbula inflamada
Los síntomas de una mandíbula inflamada incluyen hinchazón repentina de la cara, los labios y la lengua.
Además, se puede desarrollar una erupción cerca o alrededor del área afectada, así como una mayor sensibilidad facial.
La inflamación persistente, la fiebre o el tinnitus pueden causar sibilancias o dificultad para alinear la mandíbula.
También pueden aparecer dolores de cabeza severos y presión detrás de los ojos.
¿Cuáles son los tratamientos para la mandíbula inflamada?
Si la mandíbula inflamada persiste durante varios días, el cirujano maxilofacial analizará la situación y hablará con usted para determinar el tratamiento más adecuado.
En primer lugar, es posible que le recete algunos analgésicos o medicamentos antiinflamatorios.
También se pueden realizar procedimientos para relajar los músculos de la mandíbula y reducir la inflamación, como la fisioterapia o relajante muscular antiarrugas.
Si la inflamación no baja, otros posibles tratamientos son la artrocentesis o las inyecciones de corticoides, y en algunos casos una férula de descarga.
Finalmente, si la inflamación es causada por problemas con la estructura articular, puede ser necesaria una cirugía articular abierta. También se recomienda descansar para relajarse y aliviar el dolor de una mandíbula hinchada.